Agentes federales con equipo táctico patrullan las calles del centro de la ciudad. Tropas de la Guardia Nacional se posicionan fuera de los centros de detención. Esta es la nueva normalidad en las ciudades de Estados Unidos que se han convertido en el blanco de la Administración Trump, que sigue adelante con una despliegue de fuerzas sin precedentes en el interior del país, a pesar de que varios gobernadores han presentado demandas para frenar al Gobierno federal. El presidente Donald Trump sostiene que el objetivo es combatir la delincuencia y proteger las instalaciones de control de la inmigración, pero críticos afirman que estas medidas representan una extralimitación que amenaza las libertades civiles.
