La formulación, aparentemente abstracta, “crisis de los grandes relatos de emancipación”, que se viene repitiendo desde hace casi medio siglo, tiene una expresión práctica en los individuos muy fácil de reconocer. Si en nuestros días preguntáramos a cualquiera de ellos acerca de lo que le parece deseable para el conjunto de la sociedad, es probable que le costara mucho menos manifestar lo que rechaza que lo que, efectivamente, considera positivo para todos.
