Telecinco necesitaba un as en la manga para recuperar la audiencia perdida durante meses. Y el secreto era regresar a sus clásicos. La octava edición del reality show La isla de las tentaciones no solo ha sobresalido en sus datos de espectadores, y se ha convertido en viral globalmente, sino que ha bañado la parrilla de Mediaset creando personajes y tramas para el resto de sus programas. A sabiendas de que había que aprovechar el tirón, por ejemplo, el canal partió cada episodio en dos, programando cada miércoles un capítulo más corto del espacio. Su final oficial de este miércoles, la segunda parte del reencuentro tres meses después, quizás sea más un “hasta luego” que una despedida, pero, aun así, logró captar 1.718.000 espectadores de media y hacerse con el 13,4% de la cuota de pantalla, por debajo de El hormiguero.
