En la noche del 13 de marzo y en las primeras horas del 14, los observadores del cielo de California disfrutarán de un eclipse total de Luna, el único visible desde Norteamérica en este año. El eclipse durará más de una hora y dará a la Luna un tono rojizo intenso, lo que ha derivado en el apodo de “luna de sangre”. Aunque el acontecimiento celeste promete mucho, la posibilidad de verlo dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas.
