
Cuando el sociólogo Zygmunt Bauman (1925-2017) creó su teoría de la sociedad y el amor líquido y utilizó la metáfora del agua para describir relaciones poco sólidas, superficiales, fugaces y etéreas, no se imaginaba que ese agua pronto se evaporaría y pasaría de líquida a gaseosa. También es verdad que en etapas poco creativas, la sociedad rebusca en el pasado y resucita ideas de siempre, a las que se bautiza con nombres nuevos (a ser posible en inglés) para dar sensación de originalidad.